martes, 18 de noviembre de 2008

Varios Articulos publicados en la Revista Federal


Entrevisa a Fray José Carballo, Ministro General de la Orden.Fuente: Revista Arantzazú


El Hermano José Carballo es el Ministro General de la Orden Franciscana de los Her­manos Menores. Es natural de Galicia. En este número puede verse la crónica de esta visita. Nosotros hemos querido preguntarle sobre su experiencia franciscana, sobre su visión de la Orden hoy en el mundo, sobre los acentos franciscanos para nuestra oferta a la sociedad.

Él que viaja tanto por todo el mundo puede ayudarnos a mantener las antenas puestas para no caer en desánimos estériles y para mantener la tensión sana de una pertenencia importante.Tenemos la certeza de que a nuestros lecto­res puede interesar esta entrevista, por cuan­to ayuda a entender las claves de las necesi­dades y demandas de la sociedad actual. Por otra parte, una vez más nos damos cuenta de cómo la espiritualidad de Francisco de Asis sigue siendo muy actual y muy significativa para los hombres y mujeres de hoy. Agrade­cemos, por tanto, a nuestro Ministro General su disposición y su generosidad en nombre de los lectores de la revista.
Revista Arantzazu -¿Sigue en vigor la vida religiosa en la Iglesia y en este mundo?
José Carballo - Yo creo que sí. Creo que la vida religiosa tiene su lugar en esta sociedad que, al menos aparentemente, parece que rechaza todo lo que sea religioso y trascen dente. Ahora bien, la vida religiosa, para que siga siendo significativa, está llamada a una renovación profunda, poniendo el acento en los elementos esenciales y, por tanto, tiene que entrar en un proceso de discernimiento, de tal forma que, volviendo a lo esencial, man­teniendo lo esencial, sepa también responder a las exigencias del mundo actual. En este sentido se utiliza a veces la expresión “refu dar la vida rligiosa”;creo que es una exigencia del momento, si queremos permanecer fieles a lo que quisieron nuestros respectivos fun­dadores; por tanto, volver a los fundamentos, pero, al mismo tiempo, respondiendo con creatividad a los signos de los tiempos.
RA - ¿Cuál es hoy el papel de la vida religiosa en esta sociedad que ha sido cristiana, pero que yo hoy no lo es?JC - Yo creo que el papel de la vida religiosa es, fundamentalmente, indicar con su vida un camino de trascendencia. Creo que la dimensión fundamental de la vida religiosa en estos momentos es la de ser signo de la trascenden­cia y, por tanto, posibilitar lugares de experiencia de Dios, precisamente en esta socie­dad que, lo repito, aparentemente parece que no necesita de Dios y, sin embargo, yo creo que está hambrienta, sedienta, de algo tras­cendente, de algo distinto de lo que se puede constatar diariamente.
RA-¿cómo se puede hablar de Dios a gente que mira con absoluta indiferencia a todo lo que huele a Dios-religión fe?
JC - Yo diria que solo hay un lenguaje que pueden entender nuestros contemporáneos y es el testimonio. Una persona, como la religiosa, que tiene experiencia de Dios, lo transmite con su vida; recordando siempre que la pasión por Cristo, la pasión por Dios, es inseparable de la pasión por el hombre. Yo creo que éste es el lenguaje que entiende el hombre o la mujer de hoy y es el lenguaje que desea; el lenguaje del testimonio, el lenguaje de una experiencia de vida.
RA - ¿Está la vida religiosa preparada para una manera nueva de conectar con la cultura actual? ¿Es válido el modelo de hace treinta años?
JC - Pienso que éste es el gran reto de la vida religiosa en este momento. El modelo de vida que hemos vivido hasta hace bien poco no es ya válido y no es comprensible para el hombre y la mujer de hoy. De ahí la necesidad de ser muy lúcidos en el discernimiento y, a la vez, audaces en nuevas propuestas que nos puedan llevar a una fidelidad creativa como nos pide la Iglesia.Yo creo que aquí juega un papel muy importante la formación permanente y el diálogo constante con la sociedad en la que vivimos. No podemos vivir de espaldas a esta sociedad y no podemos dejar de interrogarnos por las sombras que descubrimos en esta sociedad. Esto cuestiona a la vida religiosa que está llamada a dar una respuesta en este con texto concreto. Tengo miedo de que no se mos capaces de responder a las exigencias de los signos de los tiempos dada la edad media muy elevada de la vida religiosa en Europa y dadas las pocas vocaciones que nos llegan. Pero veo que hay esfuerzos reales de dar esta respuesta adecuada y, por tanto, tenemos que mirar al futuro con esperanza, aun cuando no sea nada fácil mantener el optimismo.
RA - ¿A los institutos nuevos que están surgien­do les ves respondiendo adecuadamente, les ves en sintonía con lo que comentas?
JC - Evidentemente, no conozco toda la reali­dad de lo que está surgiendo. Pero ciertos ins­titutos con los que he entrado en contacto recientemente, creo que no se enfrentan adecuadamente a las realidades cambiantes del momento actual. A veces piensan que una vuelta atrás puede ser más eficaz y va a dar mejores resultados. Puede que numéricamente asi sea. Pero, dudo de que con esa actitud se pueda mantener un diálogo abierto con el mundo actual; un diálogo sin complejos, un diálogo fecundo, que es el que se necesita en estos momentos y necesita la sociedad actual.
RA - El ligarnos a las instituciones, como puede ser la Parroquia, ¿no nos ha restado fuerza de presencia, de creatividad, de alternativa?
JC- Creo que la Parroquia puede ser una plataforma importante para la evangelización en la sociedad de hoy. Pero, cuando esta activi­dad se convierte casi en exclusiva en la vida religiosa, creo que le resta libertad y le resta creatividad. Por eso, sin cerrarme a la pastoral parroquial, sin cerrarme a las necesidades de la Iglesia local, creo que la vida religiosa tiene que mantener su libertad y su creatividad, y tiene que abrirse a nuevas formas de evangelización y no quedarse en las plataformas que en un momento dado se consideran válidas. Yo, por tanto, preferiría que los religiosos siguiésemos en lugares de frontera, donde la presencia de la Iglesia no se limita a esas formas de presencia que todavia seguirán siendo válidas, pero que no pueden llegar a algu­nos núcleos de esta sociedad.
RA - Centrándonos en la Orden franciscana, ¿cómo es la salud de la Orden en el mundo?
JC - Yo creo que la Orden franciscana goza de buena salud. Siempre suelo decir que, visitando todas las provincias de la Orden en el mundo, estoy viendo hermanos muy compro­metidos en ese diálogo con la sociedad, en la opción por los pobres, en la opción de presencias pastorales de frontera. La salud de la Orden es buena, aun cuando numéricamente estamos disminuyendo como casi todos los institutos de vida religiosa. Lo que a mí me preocupa no es tanto la disminución numérica, cosa que parece que en nuestros contextos todavía va a continuar;lo que me preocu­pa es que los hermanos pierdan la capacidad de cuestionarse y, por tanto, de intentar responder a los nuevos retos. Y en esto estoy viendo, gracias a Dios, bastante creatividad y, sobre todo, ganas de seguir caminando en la vereda que nos ha marcado el Concilio, la vida religiosa en estos últimos años, y en concreto, los documentos que la Orden ha producido en estas últimas décadas.
RA - ¿No hoy alguna sensación de cansancio, desesperanza, impotencia, peso de las institu­ciones, de las cosas,.. ?
JC - Ciertamente esto se está dando. Hay hermanos que están profundamente motivados para enfrentarse a las situaciones del momento actual y dar una respuesta creativa. Al lado de éstos, hay hermanos que sufren la tentación de la resignación,Y esto si que me preocupa. También me preocupa que a veces percibo que estamos para salvar las estructuras y que éstas nos están impidiendo que nos dediquemos a lo nuestro, a ese estar al lado del pueblo, al lado de aquellos que nos necesitan. Por eso un reto importante para la Orden es saber poner las estructuras al servicio de la vida y no la vida al servicio de la estructuras. Creo que nos tendremos que liberar de muchas de ellas, si no queremos que terminen por asfixiarnos,
RA - ¿Francisco de Asís conecta bien con esta sociedad octual? ¿Cuáles son algunos elemen­tos de sintonía o conexión?
JC - Creo que Francisco de Asís es un hombre profundamente actual, aun cuando algunas de sus opciones de vida no nos parezcan modernas, porque ciertamente van contra corriente. La actualidad de Francisco la veo sobre todo en su opción por la fraternidad (elemento importante de su vida y de la forma de vida que nos ha transmitido); también veo como elemenos importantes y muy actuales de nuestra vida y carisma franciscanos la opción por los pobres, la minoridad y el estar cerca del pueblo. Creo que estos son elementos muy importantes que nos legó Francisco, que le convierten en un hombre muy actual, aun cuando nos separen de él 800 años.Y, por supuesto, su experiencia de Dios, de un Dios amor, de un Dios cercano, que se hace prójimo nuestro en Jesús. Y Francisco es una persona profundamente enamorada de Jesús.
RA - La itinerancia de la que hablaba Francisco, eso de ser personas del camino, ¿cómo se puede concretar hoy?
JC -Tengo la convicción de que la itinerancia es más necesaria que nunca. Naturalmente, esta itinerancioa tiene mucho que ver con los pies, pero, sobre todo, con la mente y el corazón. No basta recorrer muchos kilómetros para ser itinerante. La itinerancia que se nos pide es, sobre todo, esa libertad que caracteri­zó la vida de Francisco y, para ello, es necesaria una itinerancia de mente y de corazón. Una itinerancia que tiene que concretarse en un diálogo abierto con la fraternidad a la que se pertenece,y al mismo tiempo, debe ser manifestación de esa voluntad firme de estar siem­pre en búsqueda; en búsqueda de la voluntad del Señor, mendicantes de sentido, y de la voluntad de estar siempre al lado del que más nos necesita.
RA - ¿Cuál es el lugar del franciscano para evangelizar en esta sociedad? ¿Dónde debe estar?
JC - Yo diría que el franciscano no tiene un lugar específico, porque el franciscano puede estar en cualquier lugar, siempre que salve lo esencial.Y lo esencial es el primado de Dios en su vida, la fraternidad y la minoridad. Un franciscano podria, por tanto, estar en una univer sidad como podría estar en un barrio obrero. Puede estar en una estructura no siempre fácil de gestionar por su volumen o puede estar compartiendo un piso muy pequeño con los pobres y excluidos. Lo importante es que un franciscano no olvide que está en nombre de la fraternidad, que está para servir al pueblo. A mi me gusta mucho una defini­ción que Juan Pablo II dio sobre el francisca­no: “el fraile del pueblo”; es éste un dato que nunca puede olvidado. Pero, sobre todo,los lugares preferidos del franciscano deben ser los lugares de periferia, los “claustros olvidados” donde su presencia puede ayudar a devolver la dignidad a quien la haya perdido y está privado de ella.
RA - Estamos embarcados en la celebración del 8º Centenario de la aprobación de la Regla fran ciscana. ¿Qué espera de esta celebración?
JC - Espero sinceramente que la Orden salga renovada en el sentido de volver a los elementos esenciales de nuestra espiritualidad y de nuestro carisma. Espero que de esta celebra­ción la Orden salga más evangélica, más vuelta al Evangelio, que conjugue el Evangelio en su lengua original, que es el “radicalismo”,que ofrezca una alternativa de vida en esta sociedad y en la misma Iglesia. Espero que salga con una voluntad más firme de servir a los últi­mos, a los excluídos, con una voluntad reforzada de servir al pueblo.
RA- Muchas gracias, Hermano José.
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Navidad-Luz-Claridad

He comenzado muchas veces a escribir estas lineas. Lo que tendría que ser muy sencillo se se vuelve complejo. ¿Que es lo que quiero? ¿por qué me cuesta tanto decir algo a mis hermanas clarisas con motivo de la Navidad?. No lo sé, Si que hay tres palabras que me vienen a la mente: Navidad-Luz-Claridad NAVIDAD. La Navidad es nuestra fiesta, es la fiesta de los que vivimos de la contemplación de la humanidad de Cristo, del pobre nacido pobre, de una Madre pobre, en medio de los pobres. Es la fiesta de la pobreza estrenada, de la indigencia querida por Dios hasta el punto de hacerla suya, de hacerse hombre para que nosotros seamos Dios, de hacerse pobre para enriquecernos a nosotros. Es la fiesta del Dios que quiere lo que nos falta y que convoca a los últimos a glorificarle junto con lo sángeles del cielo. LUZ. Es ña fiesta de la luz. Todo parece que pide que se venzan las tinieblas, que en la noche, cuando más se ve la luz, ésta brille, y anuncie a todos que se vela, que hay alguien que allí vive y celebra. Luz que nace también de la oscuridad, de una oscuridad siempre vencida, siempre derrotada por la más minúscula de las luces. La luz de un “niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre”. La luz que se ha perpetuado ys e perpetua en tanta otras luces, de cristianos-luces, de hijos de Dios luces que iluminan la oscuridad de los solos, de los enfermos en hospitales, de los dominados por el odio, de los vencidos por la vida, de los apagados por dentro. CLARIDAD. Vosotras, las luces más potentes, porque brillan junto a la luz y se le parecen. Vosotras, luces que no se ven más que “desde lo alto”, que en medio de estos días apenas brillan para los que estamos al mismo nivel, pero que no se apagan al llegar el día, que permanecen prendidas porque son luces de vírgenes prudentes, todo el año, que acogen siempre al “esposo-hermano.hermana” que llega y para el que disponen todo cuanto tienen: vuesra desprendida y pobre vida. Gracias por brillar, gracias por consumirse para brillar. Feliz Claridad, Feliz Navidad

Fr. José Ignacio Gómez Moreno, TOR

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Beato Juan Duns Scoto

Juan Duns Sscoto nació en Escocia, hacia 1265, entró en la Orden de los Hermanos Menores hacia 1280 y fue ordenado sacerdote el 17 de abril de 1291. Completó los estudios entre 1291 y 1296 en ParísLuego enseñó en Cambridge, Oxford y París, como bachiller, comentaba las “Sentencias” de Pedro Lombardo.Tuvo que abandonar la universidad, por no haber querido firmar una apelación al Concilio contra Bonifacio VIII, promovida por Felipe el Hermoso, rey de Francia.Regresó allí el año siguiente para obtener el doctorado, con una carta de presentación del Ministro general de la Orden, Padre Gonzalo Hispánico, que había sido su maestro, en la cual lo recomendaba como plenamente docto “sea por la larga experiencia, sea por la fama que se había extendido por todas partes, de su vida laudable, de su ciencia excelente y del ingenio sutilísimo” del candidato
A fines de 1307 Juan Duns Scoto estaba en Colonia, donde enseñó. Quizás no hay doctor medieval más sobresaliente que este franciscano escocés, que estudió en Oxford, enseñó en París, fue expulsado por Felipe el Hermoso porque no quiso firmar la apelación antipapal y murió en Colonia, a la edad en que los otros filósofos comienzan a producir, como si la llama del pensamiento le hubiese quemado la juventu.
El título de “Doctor Sutil” que le dieron, dice toda su sublimidad. Sus teorías sobre la Virgen y sobre la encarnación obtienen después de siglos la confirmación en el dogma de la Inmaculada Concepción y en el culto a la realeza de Cristo.Elabora el misticismo pensante de San Buenaventura. Scoto es un metafísico y un teólogo,empleó su agudeza de ingenio en la sistematización de los grandes amores de San Francisco: Jesucristo y la Virgen Santísima. La posteridad también lo ha llamado “Doctor del Verbo Encarnado” y “Doctor Mariano”.Tuvo numerosos discípulos y muy pronto llegó a ser y siguió siendo el jefe de la escuela franciscana, que se inició con el Beato Alejandro de Hales, se desarrolló con San Buenaventura, doctor Seráfico de la Iglesia, y llegó a su culminación en el Beato Juan Duns Scoto.
Su doctrina está en perfecta armonía con su espiritualidad.Después de Jesús, la Virgen Santísima ocupó el primer puesto en su vida. Duns Scoto es el teólogo por excelencia de la Inmaculada Concepción.El estudio de los privilegios de María ocupó un puesto importantísimo en su vida. En una disputa pública, permaneció silencioso hasta que unos 200 teólogos expusieron y probaron sus sentencias de que Dios no había querido libre de pecado original a la Madre de su Hijo
Por último, después de todos, se levantó Juan Duns Escoto, tomó la palabra, y refutó uno por uno todos los argumentos aducidos contra el privilegio mariano; y demostró con la Sagrada Escritura, con los escritos de los Santos Padres y con agudísima dialéctica, que un tal privilegio era conforme con la fe y que por lo mismo se debía atribuir a la gran Madre de Dios. Fue el triunfo más clamoroso en la célebre Sorbona, sintetizado en el célebre axioma: “Potuit, decuit, ergo fecit (Podía, convenía, luego lo hizo)”En Colonia, donde enseñaba, murió el 8 de noviembre de 1308.
Historia del dogma de la Inmaculada Concepciónpor Pascual Rambla, o.f.m.
1.- ¿Evolucionan los dogmas de la Iglesia? Tal podría ser la pregunta que se formulase el lector. Sí y no. No evolucionan en su contenido, es decir, lo que hoy es verdadero, mañana o dentro de un siglo no vendrá a ser falso; pero sin evolucionar en lo que afirman o niegan, pueden evolucionar y evolucionan en la conciencia que de ellos va adquiriendo la misma Iglesia. Para poner una comparación, cada dogma (que vale lo mismo que una verdad revelada por Dios) es una semillita que el mismo Cristo ha sembrado en el campo fecundo de su Iglesia; semilla que germina, crece y se desarrolla cuando las circunstancias lo favorecen. Sino que, en nuestro caso, el tempero lo da el mismo Espíritu Santo, aquel espíritu de verdad del que decía Cristo a los Apóstoles: «Cuando yo me vaya, Él os guiará y os enseñará toda verdad, recordándoos cuanto os dije». No todo lo que Jesús hizo o dijo quedó escrito, ni tampoco cuanto enseñaron los Apóstoles que de Él recibieron el depósito de la fe. Pero nada se perdió. Parte de sus enseñanzas, las no escritas, quedaron como en el subconsciente de la Iglesia, y aflora cuando suena la hora de la Providencia, en forma tan clara y patente, que muchas veces no puede ser ahogada ni por la autoridad de los Doctores, como en el caso de nuestro dogma.2.- Porque el dogma de la Inmaculada Concepción de María es de los clásicos para demostrar la fuerza inmanente que lleva toda doctrina divina depositada en la parcela de Dios, que es la reunión de los fieles con sus Pastores y el Sumo Pontífice romano, que los preside.3.- Lo vamos a constatar en la Historia del dogma. No siendo éste de los que la Sagrada Escritura consigna con claridad absoluta, fue necesario, para llegar a la definición del mismo, escudriñar lo que enseñó la tradición y acudir al común sentir de la Iglesia.
I.- La Inmaculada Concepción en los primeros siglos.-En los primeros siglos del cristianismo, los Santos Padres no se propusieron el problema de la Concepción Inmaculada de María. Pero la doctrina sobre el privilegio de María está contenida, como el árbol en la semilla, en las enseñanzas de los mismos Padres al contraponer la figura de María a la de Eva en relación con la caída y la reparación del género humano; al exaltar, con palabras sumamente encomiásticas, la pureza admirable de la Virgen; y al tratar sobre la realidad de su maternidad divina. Tres principios de la ciencia sobre María que dejaron firmísimamente sentados los primeros Doctores de la Iglesia.
II.- La Inmaculada Concepción hasta la Edad Media.-
A partir del siglo IV, la Iglesia occidental no corre parejas con la oriental en profesar la Concepción Inmaculada de María. La herejía nestoriana que atacó directamente, única en la historia, la prerrogativa máxima de la Virgen, su divina maternidad, y que iba extendiéndose en el siglo V, ofreció más frecuente ocasión y aun necesidad de exaltar la soberana figura de la Bienaventurada Madre de Dios; al paso que en Occidente, en esta misma época, el hereje Pelagio desfiguraba el concepto de pecado original y sus funestas consecuencias en los hombres, por lo que los Padres se ven constreñidos a tratar antes de la universalidad del pecado que de la gloriosa excepción que representa la Virgen.
III.- Controversia de los Escolásticos hasta el Beato Scoto.-
1.- Los siglos XIII y XIV son los del máximo esplendor de la ciencia divina llamada Teología. Los que la cultivaron se llaman Escolásticos, y hubo varios centros de importancia, entre los más ilustres, la Sorbona de París y la Universidad de Oxford, en Inglaterra. Al comentar los Escolásticos el «Libro de las Sentencias» de Pedro Lombardo, que les servía como de manual y guía para dar sus lecciones, se toparon con la cuestión de la Concepción de María. Los Doctores de París se inclinaron por la opinión maculista, y los de Oxford por la inmaculista, es decir, excluyeron a María de la común caída del pecado de origen. La victoria quedó por éstos últimos, y concretamente por el Beato Scoto, su más alto exponente y representante.2.- En París, los Maestros se plantean la cuestión en estos términos: ¿Cuándo fue santificada la Virgen María? Santificada aquí equivale, como se verá por el contexto de toda la cuestión, a purificada. Por lo que en el mismo planteamiento del problema ya se da algo como presupuesto y seguro: que hubo en María algo que necesitaba purificación. Causa de proponerse el problema en esos términos es el error contenido en el «Libro de las Sentencias» que comentaban. El error consistía en afirmar que el pecado original se identifica con la concupiscencia de la carne, que corrompe y mancha al alma. Y ponían un ejemplo: Como la inmundicia del recipiente hace que el vino de suyo dulce se convierta en vinagre, así la concupiscencia de la carne, que se transmite por generación natural, mancha la pureza del alma. En su concepto, el pecado original tenía dos elementos: uno material, que es la concupiscencia de la carne, y otro formal, lo propiamente llamado pecado, que es la carencia de la gracia.3.-Partiendo, pues, del principio que la carne, inficionada por la generación natural, inficiona a su vez el alma, los Doctores de París se preguntan: ¿Cuándo fue santificada, es decir, purificada María de esta infección inherente a la carne?4.- No estaba reservada a los Doctores de París la empresa de defender el privilegio de María. Cuando la doctrina contraria a la Inmaculada Concepción era corriente entre los teólogos, corroborada por la autoridad de los grandes maestros, «bajó a la palestra el Doctor providencial que Dios mandó a la Iglesia para este caso», decía el antiguo Oficio de la Inmaculada: el Beato Juan Duns Scoto.
IV.- La intervención del Doctor Mariano.-
1.- El Beato Juan Duns Escoto al llegar a París, la cuestión sobre la Concepción de María estaba definitivamente ventilada y resuelta en sentido negativo. Su doctrina sobre la exención de María de todo pecado chocó con el ambiente reinante en la Universidad, y, según el estilo de la época, tuvo que defender su opinión en una disputa pública con los doctores de la misma. El rotundo triunfo que alcanzó, midiendo su ingenio y saber con los Maestros más renombrados, hizo aquella discusión científica celebérrima en los anales de la Universidad y aun de la Iglesia. La leyenda y la tradición, como acostumbran con los hechos trascendentales, la han adornado con mil detalles hermosos. Las crónicas eclesiásticas aseguran que, al pasar el Doctor por los claustros de la Universidad para la discusión, se postró ante una imagen de María, implorando su auxilio, y que la marmórea imagen inclinó su cabeza. En el aula magna de la Universidad, aguardaban al Doctor todos los Maestros. Presidían la Asamblea los Legados del Papa, presentes a la sazón en París para negociar ciertos asuntos con el Rey. Sea de ello lo que fuere, la tradición nos dice que se opusieron al Doctor Mariano doscientos argumentos, que él refutó y pulverizó después de recitarlos uno tras otro de memoria. El número de argumentos, aun sin llegar a los doscientos, fue grande, porque de los fragmentos de la disputa que han llegado hasta nosotros se pueden recoger cincuenta. La nobilísima Asamblea se levantó aclamándole unánimemente vencedor. Una defensa similar del privilegio mariano tuvo lugar en Colonia, donde el triunfo alcanzado por el Defensor de María fue tal, que hasta los niños le aclamaban por las calles: ¡Vencedor Scoto!Todos estos detalles de la leyenda demuestran la impresión que causó la defensa escotista en la imaginación de los contemporáneos que veían irremisiblemente perdida la causa en el terreno intelectual. Pero si los detalles son legendarios, queda en pie la historicidad del hecho conocido con el nombre de Disputa de la Sorbona, como ha probado con sus estudios el mariólogo P. Carlos Balic, conocido en todos los centros teológicos.2.- Pasemos a exponer la doctrina del Doctor Mariano. Notemos ante todo que el Beato Juan Duns Scoto se plantea la cuestión de modo completamente diferente al de los que le precedieron: «¿Fue concebida María en pecado original?». Este modo de preguntar no presupone ni prejuzga nada, y tiene un sentido claro y terminante: ¿Tuvo o no tuvo el pecado original? Ello arranca de la idea que nuestro Doctor tiene del pecado de origen, hoy común a todos los teólogos. Para el Beato Scoto, el pecado original no consiste más que en la negación de la gracia que se debiera poseer. Y por eso no ha de preguntarse nada sobre la carne, como hacían los anteriores.A la pregunta, pues, de si María fue concebida en pecado, responde: No. ¿Motivos? La perfectísima Redención de su Hijo y la honra y honor del mismo. Es decir, que la dificultad de los contrarios la esgrime él como argumento casi único. Resumámoslo: «Se afirma que en Adán todos pecaron y que en Cristo y por Cristo todos fueron redimidos. Y que si todos, también Ella. Y respondo que sí, Ella también, pero Ella de modo diferente. Como hija y descendiente de Adán, María debía contraer el pecado de origen, pero redimida perfectísimamente por Cristo, no incurrió en él. ¿Quién actúa más eximiamente, el médico que cura la herida del hijo que ha caído, o el que, sabiendo que su hijo ha de pasar por determinado lugar, se adelanta y quita la piedra que provocaría el traspié? Sin duda que el segundo. Cristo no fuera perfectísimo redentor, si por lo menos en un caso no redimiera de la manera más perfecta posible. Ahora bien, es posible prevenir la caída de alguno en el pecado original. Y si debía hacerlo en un caso, lo hizo en su Madre».El Beato Escoto va aplicando el argumento ora desde el punto de vista de Cristo Redentor perfectísimo, ora desde el punto de vista del pecado, ora desde el ángulo de María, llegando siempre a la misma conclusión. Su argumento quedó sintetizado para la posteridad con aquellas cuatro celebérrimas palabras: Potuit, decuit, ergo fecit, pudo, convino, luego lo hizo. Podía hacer a su Madre Inmaculada, convenía lo hiciera por su misma honra, luego lo hizo.
De todo lo cual se deduce, escribe el Doctor Alastruey, en su conocida «Mariología»:1.º Que el Doctor Mariano distingue perfectísimamente entre la ley universal del pecado de origen, en la que entra María, y la caída real. Es decir, entre el débito, como dicen los teólogos, y la contracción del pecado. María debía contraerlo por ser descendiente de Adán, pero no lo contrajo porque fue preservada. Por eso, su preservación se llama privilegio.2.º Que el Doctor Mariano concilia a perfección la preservación de María y su dependencia de la Redención de Cristo. Esto lo consigue distinguiendo entre la Redención curativa y la preservativa. Esta última es, en opinión suya y ante el testimonio de la razón, redención más perfecta. Por lo que María, en su privilegio, lejos de menoscabar el honor de Cristo escapando a su influjo, como temían los antiguos, depende de Él en forma más brillante y más efectiva.3.º Finalmente, Scoto consiguió pulverizar los principales argumentos de la opinión contraria y poner en claro que nada podía deducirse de los dogmas de la fe que fuera contrario a la Concepción Inmaculada de María.
V.- La definición dogmática de la Inmaculada
1.- El Papa Pío IX, de feliz memoria, se decidió a dar el último paso para la suprema exaltación de la Virgen, definiendo el dogma de su Concepción Inmaculada. Dícese que en las tristísimas circunstancias por las que atravesaba la Iglesia, en un día de gran abatimiento, el Pontífice decía al Cardenal Lambruschini: «No le encuentro solución humana a esta situación». Y el Cardenal le respondió: «Pues busquemos una solución divina. Defina S. S. el dogma de la Inmaculada Concepción».Mas para dar este paso, el Pontífice quería conocer la opinión y parecer de todos los Obispos, pero al mismo tiempo le parecía imposible reunir un Concilio para la consulta. La Providencia le salió al paso con la solución. Una solución sencilla, pero eficaz y definitiva. San Leonardo de Porto Maurizio había escrito una carta al Papa Benedicto XIV, insinuándole que podía conocerse la opinión del episcopado consultándolo por correspondencia epistolar... La carta de San Leonardo fue descubierta en las circunstancias en que Pío IX trataba de solucionar el problema, y fue lo que hizo exclamar al Papa: «Solucionado». Al poco tiempo conoció el parecer de toda la jerarquía. Por cierto que un obispo de Hispanoamérica pudo responderle: «Los americanos, con la fe católica, hemos recibido la creencia en la preservación de María». Hermosa alabanza a la acción y celo de nuestra Patria.2.- Y el día 8 de diciembre de 1854, rodeado de la solemne corona de 92 Obispos, 54 Arzobispos, 43 Cardenales y de una multitud ingentísima de pueblo, definía como dogma de fe el gran privilegio de la Virgen:
«La doctrina que enseña que la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su Concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano, es revelada por Dios, y por lo mismo debe creerse firme y constantemente por todos los fieles».
Estas palabras, al parecer tan sencillas y simples, están seleccionadas una por una y tienen resonancia de siglos. Son eco, autorizado y definitivo, de la voz solista que cantaba el común sentir de la Iglesia entre el fragor de las disputas de los teólogos de la Edad Media.

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Solemnidad de la Inmaculada
Oficio de Lectura
1.- Monición.:Nos hemos reunido hermanas en oración para:
Sentir la presencia de nuestra Madre Inmaculada.Mirarla largamente, calladamente.Meditar su misyerio, tan cercano a su Hijo.Orar con Ella, como Ella.Abrirnos al Don de Dios al Espíritu de Dios del que Ella estaba llena.Hacer presentes los sufrimientos y necesidades de los hombres, nuestros hermanos.Para alabar y agradecer con María las misericordias del Señor.
2.- Dios mio ven en mi auxilio(Señor abreme los labios)según la hora que se rece el Oficio de Lectura.3.-Himno4.- SalmosPrimer Salmo:Monicion al Salmo 23.-El Rey de la Gloria, verdadera arca en la que reside toda la plenitud de la Divinidad, entró derfinitivamente en el Templo d ela Gloria, en esta hora la Iglesia, iluminada por el triunfo del Señor emprende cada día lal ruta que le acercara al triunfo definitivo de la Parusia, en la que Ella tambien entrara en el Templo de Dios.Dinámica del Salmo: Antífona (todas) Del Señor es la tierra y cuanto la llena,el orbe y todos sus habitantes:Él la fundó sobre los mares,Él la afianzó sobre los ríos.1º Cantora:¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro?Todas: El hombre de manos inocentes y puro corazón,que no confía en los ídolosni jura contra el prójimo en falso.Ese recibirá la bendición del Señor,le hará justicia el Dios de salvación.- Este es el grupo que busca al Señor,que viene a tu presencia, Dios de Jacob.(Breve pausa)2º Cantora.- ¡Portones!, alzad los dinteles,que se alcen las antiguas compuertas:va a entrar el Rey de la gloria.Todas:¿Quién es ese Rey de la gloria?1º Cantora:El Señor, héroe valeroso;el Señor, héroe de la guerra.2º Cantora:¡Portones!, alzad los dinteles,que se alcen las antiguas compuertas:va a entrar el Rey de la gloria.Todas:¿Quién es ese Rey de la gloria?1º Cantora:El Señor, Dios de los ejércitos.Él es el Rey de la gloria.Todas: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santocomo era en el principio, ahora y siemprey por los siglos de los siglos. Amén.Antifona:Oración:Señor Dios, Reyy del cielo y de la tierra, que has introducido en el Templo de la Gloria a Crsito, Hermano y Sacerdote de los hombres, concedenos manos inocentes y puro corazon, para que podamos acoger como Santa María, La virgen Inmaculada en lo mas intimo d enosotros mismos a Crsito, El Rey de la Glora y asi tambien El pueda recibirnos un día en su monte Santo del Cielo, donde vive y rreina por los siglos de los siglos. Amén.
(Breve pausa)Salmo 2º (Profundizado)Puede ser escuchando el Salmo “El señor de los Ejercitos” del caset “El alzar de mismanos” o cantado por el coro.Monicion al Salmo 45.-Sobre un horizonte de guerras y desastres frecuentes, los israelitas ven a Sión como una ciudad fuerte e invencible, porque Dios habita en ella y por esto pase lo que pase, aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen, teniendo a Dios en medio, nada les puede atemorizar.A los cristianos de nuestro tiempo nos es necesaria la confianza plena expresada en este salmo.
AntífonaTerminar con la Oración salmica: Señor Dios, fuerza y refugio de tu pueblo, tú que en la adversidad proteges a quienes en Ti esperan y en la prosperidad los defiendes, escucha las suplicas de tus fieles que nos acogemos bajo el amparo de neustra Madre la Virgen Inmaculada y haz que realizando fielmente tu voluntad merezcamos ser siempr eescuchados por Ti. Por Jesucrsito nuestro Señor. Amen.
(Breve Pausa)Salmo 3º.- Dinamica: cada dos estrofaas interclar el coro de un canto a la Virgen conocido por la Asamblea. “Hija de Sion”, “Oh Virgen toda hermos”, o un canto a la Virgen Inmaculada (coro)Monicion al salmo 86.-Este Salmo canta la gloria de Jerusalen y su maternidad universal.Para nosotros, hijos de la nueva Jerusalén este slamo debe servirnos para cantar la gloria de nuestra Madre la Iglesia . No con sentimientos de falsos triunfalismos sino con adeshion firme a la palabra de crsito, qu etanto amó a su Iglesia que se entregó por Ella purificandola con el baño del agua para colocarla ante sí gloriosa, sin mancha ni arruga (Ef 5,25-27)Antifona(Breve pausa)Oración.- Señor Jesus, tú que lloraste sobre la Jerusalén de la tierra, que habia de ser destruida a causa de su infidelidad, y fundaste la nueva Jerusalén,Madre de todos los creyentes, haz que los cristianos nos gloriemos siempre de ser hijos de la Iglesia, tu Esposa Amada y que todos los hombres, guiados por nuetra Madre la Virgen Inmaculda, puedan ser contados un día entre los hijos de la Jerusalén del cielo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
5.- Primera Lectura-SilencioEn el Responsorio : Canto “Morada de la luz”Segunda Lectura-Silencio2º Responsorio Leído6.- Consagracion a MariaDios te Salve, señora nuestra, Maria Madre de Dios; que eres Virgen Perpetua, elegida por el Padre Celestial, a la cual consagró con su Amado Hijo y el Espiritu Consolador, en la cual fue y esta toda plenitud de gracia y todo bien.He aqui que hoy, en tu presencia, nosotras las hijas de la Familia Serafica siguiendo los ejemplos de nuestros seráficos Padres Francico y Clara y demás santos de la Orden, nos consagramos a ti Madre Dulcisima y a tu Hijo nuestro Redentor para que nuetra vida franciscana bajo tu proteccion y auxilio, sea cada día mas floreciente y nuestras voluntades se muevan e inflamen en anhelos de santidad. Amén-7.- Te Deum8.- Oración final.


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Profesión Solemne
“El Señor es nuestro compañero de camino”Hna. María Lourdes de Jesús o.s.c.29 de junio de 2008
Llegó el día tan esperado, hice 08 días de ejercicios espirituales con el Padre Pedro Castro de la provincia misionera de los XII Apóstoles, basados los temas en los consejos evangélicos; Madre Abadesa se encargaba de los preparativos junto con mis hermanas.Esperaba el gran día de los desposorios con mi Amado. Por la mañana del día 29 de junio después de la Misa Conventual hice la renuncia de bienes, la ceremonia la realizó el Padre Percy Barrientos Valdés de la Provincia misionera San Francisco Solano, junto a los hermanos estudiante y al Padre Abel Pacheco de la otra Provincia. Me acompañaban mis Padres, hermanos y familiars que pudieron asistir.Para mí esta experiencia es algo grande , es una ocasion qu ese revive sen cada momento porque das un paso más, nuevamente decimos “sí”, un “sí” para siempre al Señor, es decir “aqui estoy” hasta el final confiando enque Aquel que nos llamó es fiel a sus promesas.Doy gracias al Señor por su amor, por tantas maravillas que hace en mí, doy gracias por mi familia y por toda la Orden Seráfica,por todas las personas que me han ayudado y guiado en mi vocación.El Señor es nuestro compañero de camino, quien nos da fuerza para seguir caminando, pero no hay porque temer si vamos junto a Él; y por eso uno es capaz de amarle y serle fiel hasta el final.Fraternalmente Hna. María Lourdes de Jesús o.s.c.
Profesión Solemne
“Él puso eternidad en nuetsros corazones.”Hna. María del Pilar de San José o.s.c.04 de Octubre de 2008
Doy gracias a Dios por el día de mi profesión solemne, gracias, por el don de su llamada, por la grandeza de su amor qu ese vierte en esta frágil vasija hasta desbordarla.¡Que nmenso es su amor y que abiso de generosidad! Un día tan grande qn el que Dios me consagró y me tomó como Esposa para siempre, realmente desbordo de gozo fue el día massoñado desde que ingresé al monasterio.En mi busqueda de la belleza encontré al que es la Belleza Absoluta, en mi pasión por el arte encontré al Artifice de todo lo que existe y para mi mayor asombro sue Él quein me encontró primero y sierp tomó la delantera para demostrarme lo que buscaba. Dios es la hermosura mi mayor locura, de Él procede la luz y la belleza que admiran el sol y la luna (IIIctCl).Él puso la eternidad en nuesros corazones,(Eclo 3,11b), puso el latido de su Aor , y en cada corazon late la mayor obra de Dios que con el correr deltiempo fui descubriendo y en est avida consagrada mediante la accion de su Santo Espiritu el impulso a expresar en la vida fraterna el Amor de Dios a las hermanas, aquello que en el alma no muere yn os hace libres.Ahora no sólo quiero hacer su Voluntad sino buscarla ardientemente en todo, mi peregrinar continua en un tono dsitinto y no lo hago sola, siemrpe estuvo y está a mi lado nuestra tierna Madre del cielo, Ella guió mis pasos y lo sigue haciendo; es por medio de Ella qu ehago el holocausto de mi vida para el agrado de Dios, es con Ella que repito cada día “Hágase e mí según lo qu ehas dicho”“Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazóon y me ofrezco contigo al Padre.Hna. María del Pilar de san José o.s.c.

Profesión SolemneHna. Alicia Quispe o.s.c.12 de Octubre de 2008
Paz y bien, tambien les hacemos de su conocimiento que la hermana Alcia del monasterio Santa Clara de la ciudad de Cusco se ha consagarado totalmente al Señor.Unámonos como hermanas para pedir por cada una de ellas, oremos para que devuelvan multiplicado el talento recibido y asi la Iglesia, la Orden, nuestra Federacion y cda una de sus fraternidades se vean sostenidas por su vida de entrega en fidelidad a aquel que nos amó primero.Que esta alegria que disfrutamos por su consagración nos ayude a estar más unidas, Dios, Padre de las Misericordias nos bendiga con vociones generosas y amantes del Buen Dios.




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